Narganá: La Imposición de la Civilización Occidental

Por Albert Arias Feb24,2024
Narganá: la imposición de la civilización occidental

Siempre me he preguntado por qué la comunidad de Yandub (Narganá en español) es diferente a otras comunidades. A pesar de ser Gunas, no parece compartir la misma ideología y cultura. Desde mi comunidad, solía preguntarme por qué la mayoría de los Gunas eran encarcelados allá. Además, me preguntaba por qué hablaban español con fluidez, incluso si nunca habían vivido en la ciudad o si algunos nunca habían ido a Panamá. Por eso, en este blog quiero hablar sobre Narganá: la imposición de la civilización occidental.

Buscando la historia del Pueblo Guna, hay algunas cosas que no dejan de sorprenderme. Nuestra historia es rica; somos afortunados porque la cultura Guna es más estudiada que la de todos los pueblos indígenas en América Latina. Además de eso, están los documentos e historias orales y tradicionales del pueblo Guna.

Después de estudiar y analizar los hechos antes de la Revolución Guna, así como las causas y las consecuencias que ocasionó, y posteriormente la rebelión de 1925 para tratar de impedir el avance de la cultura occidental, todo empezó en la Comunidad de Narganá. Podría haberse puesto un título: «Cuna de la Civilización Guna».

Después de eso, ya entiendo la historia con profundidad sobre la comunidad de Narganá y por qué están así, como están diferente al resto de las islas que conforman aproximadamente 49 comunidades.

En la década de 1880, el principal líder Guna y sagla de la comunidad de Yandub era Inagailibalele, también llamado Abisua, debido a su destacado absogued y conocimiento de la historia y la religión guna. Por eso, en esa época, la comunidad de Narganá se convirtió en la principal de la región Guna Yala.

Antes de la llegada de la civilización occidental a la comunidad de Yandup (Narganá), bajo el liderazgo de Inagailibalele, esta comunidad era el centro principal de las comunidades Gunas. Con el apoyo de otros líderes como Inanaguinya y Simral Colmán, se reunían para tomar decisiones políticas y sociales del pueblo Guna. Incluso en los años 1900, antes de la creación de Panamá, en esta comunidad se nombró a Inanaguinya y Simral Colman como caciques generales del pueblo Guna.

Como el sagla Inagailibalele ya era viejo y murió en los años 1904, la era tradicional de la comunidad Yandub llegó a su fin, y emergió la figura de Carlos Robinson. Carlos regresó a su comunidad natal en el año 1902 después de viajar en embarcaciones angloparlantes en la década de los años 1890. Hablaba inglés, sabía leer y escribir, pero no hablaba mucho español.

La era de Carlos Robinson apenas empezaba después de la muerte del último líder tradicional de Yandub. El panorama cambiaba drásticamente con el nombramiento de Carlos como sagla de la comunidad, ya que sus pensamientos no eran los mismos que los de sus antepasados. Carlos pensaba en comercio, educación y practicaba la religión protestante de los angloparlantes. Prácticamente, las puertas para la cultura occidental estaban abiertas en esa comunidad.

En el mes de marzo de 1907, milagrosamente apareció en la comunidad un misionero católico español procedente de la Ciudad de Panamá, Leonardo Gassó. Prácticamente, el entonces presidente Amador Guerrero lo envió, supuestamente para civilizar a los Gunas de su vida salvaje. Además, tenía experiencia como misionero en los países de Ecuador y México.

Aunque Gassó llegó directamente a Yandup (Narganá), primero visitó Nusadup (actual Corazón de Jesús), donde fue rechazado y expulsado de esa comunidad. Posteriormente, permaneció en la comunidad de Yandup, donde el Sagla Robínson lo recibió con los brazos abiertos y le brindó un apoyo del 100% a la misión, dándole luz verde. Así comenzaba la famosa civilización que tanto anhelaban en la ciudad.

Obviamente, la misión comenzaba con la religión y el cambio de mentalidad de los Gunas hacia sus tradiciones y creencias. Prácticamente, dividió la comunidad entre los que lo seguían y los que se aferraban a sus tradiciones, pero como dice el dicho «divide y vencerás», lo aplicó.

A partir de 1907 y 1908, Gassó comenzó a adoctrinar la religión católica en la comunidad y a buscar sus seguidores, mayormente jóvenes, que además de practicar la religión, enseñaban a leer y escribir. Mientras que enviaron a otros estudiantes a la ciudad de Panamá para que recibieran educación y para civilizarlo. Mientras más lejos están los jóvenes de sus padres, más fácil olvidaban sus tradiciones esa era su objetivo.

Sus seguidores crecían y otros más tradicionales se resistían ante la nueva colonización, pero este señor, siendo inteligente, ideó el funcionamiento de la iglesia en paralelo con las reuniones de la casa de congreso (Onmaggednegga). De esta manera, dividiría a la gente local, ya que no todos asistirían a esas reuniones tradicionales. Además, hablaba mal de esas reuniones en sus predicaciones, considerándolas «Casa de Error».

Con las muertes de algunos líderes tradicionales, los últimos que resistían a Gassó, parecía tener el camino libre para hacer lo que quisiera. A partir de los años 1908 y 1909, construyó el edificio de la iglesia católica con la ayuda de la comunidad. Además, abrió un internado para jóvenes Gunas y posteriormente trajo más sacerdotes y hermanas a Yandub (Narganá).

Aparte de esto, el Gobierno de Panamá ayudó a la misión católica creando una ley especial, la «Ley N°59 de 1908», promovida por Gassó, mediante la cual se confirmaba el papel especial de la iglesia católica para civilizar a los indígenas.

Durante 1909 y 1910, el padre Gassó y Sagla Robinsón habían convertido a Narganá en un modelo de paz y orden, y los Gunas como pueblo estaban al borde de una conversión masiva. Atacó lingüísticamente tratando de eliminar la lengua Guna (Dulegaya), cambiando los nombres de las comunidades. A Yandub lo llamó San José de Narganá, a Nusadub lo llamó Corazón de Jesús y así sucesivamente. Los nombres de los lugareños no se salvaron, ya que empezó poner nombres españoles como Estanislao, Enrique y otros.

La influencia de Gassó llegó a las comunidades más cercanas después de las muertes de sus líderes, como en el caso de Tupile y Corazón de Jesús. Mientras tanto, en la Comunidad de Yandub, más del 90% de la gente asistía a la iglesia, mientras que en la casa de congreso cada vez menos gente iba. En el año 1912, el padre abandonó Guna Yala y se dirigió hacia su tierra natal, España.

A partir de los años 1912 y 1913, con la llegada de un nuevo misionero católico y la entrada de la iglesia protestante de habla inglesa con la misionera Anna Coope, comenzaba la guerra entre las iglesias por el control de los seguidores y la jerarquía. La mayoría de la población prefería la cultura angloparlante y quería aprender inglés.

Rápidamente, la misionera Anna Coope ganaba más seguidores en pocos meses y comenzó a enseñar inglés. Mientras tanto, el misionero Benito de la iglesia católica cada vez tenía menos seguidores y, además, el gobierno de Panamá ya no los apoyaba. Al final, decidió retirarse de la comunidad, dejando el camino libre a Anna Coope.

Igualmente, el Gobierno de Panamá en ese entonces, con Belisario Porras a la cabeza, entraba en acción enviando a un representante de su gobierno llamado Enrique Hurtado a Narganá. Posteriormente, en el año 1915, el mismo Belisario Porras visitaba algunas comunidades, especialmente Narganá. Con su visita, la presión ejercida aumentaba considerablemente.

En los años 1916 y 1917, el gobierno finalmente había establecido escuelas en Narganá y comunidades cercanas como Tupile y Corazón de Jesús. Los maestros veían a Anna Coope como competencia y rápidamente se quejaron ante el gobierno. Esto llevó a que se impusieran algunas restricciones a la misionera Coope. Preocupada, ella no veía con buenos ojos la escuela del gobierno.

En los siguientes años, Robisón trataba de defenderse ante el gobierno y ya no tenía mucha influencia. Emergía un joven líder llamado Claudio Iglesias, con quien compartía el liderazgo de la comunidad. Durante los años siguientes, el gobierno se volvía cada vez más cruel; instauraron policías coloniales y comenzaron a prohibir los atuendos y vestimentas tradicionales de las mujeres, además de restringir la práctica de algunos rituales tradicionales.

En los años 1920 a 1925, cuando Claudio Iglesias muere y el debilitamiento del liderazgo de Carlos Robinson y ascenso de Estanislao López las cosas no estaban mejor momento para Narganá, con el control de gobierno hacia los lideres gunas con el intente de San Blas en la Cabeza, pareciera todo iba a favor del Gobierno de Panamá.

Al final, mi reflexión sobre los líderes de Narganá después de Abisua es que siempre buscaron modernizar y avanzar hacia la civilización, pero quizás no fue la manera más correcta. Drásticamente, lo que hicieron fue permitir que pisotearan las tradiciones ancestrales del pueblo guna. La modernización no es mala; en algún momento nos alcanzaría y no podemos de escapar de eso, como ocurre en la actualidad.

Mientras Simral Colman y Nele Kantule optaban por aceptar la civilización occidental paulatinamente, sin perder la identidad cultural del pueblo guna, en la actualidad practicamos ese tipo de modelo, como autodeterminación del pueblo guna, sin imponer otra cultura sobre otro.

En la parte oriental, líderes como Inanaguinya e Inabaguinya no estaban de acuerdo con la idea de traer la civilización occidental, ya que consideraban que los jóvenes perderían la cultura y las tradiciones gunas. Mientras estaban en vida, no permitieron la instalación de escuelas ni hospitales en esa área, y fue solo después de su muerte que se construyeron estos servicios.

En la actualidad, la comunidad de Narganá tiene a San José como patrón, cuya celebración anual es uno de los legados del padre Leonardo Gassó. Hace poco tiempo construyeron una casa del congreso para tratar de recuperar la identidad cultural. La mayoría de las personas ya no visten con mola y no celebran la revolución guna, quizás dando más importancia a la llegada de la civilización a la comunidad.

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